1.
COMPROMISO.- Tener compromiso con la empresa
y con los proyectos en los que se trabaja.
2.
RESPONSABILIDAD.- Realizar las tareas con el
objetivo de optimizar la gestión del tiempo.
3.
IMPLICACIÓN.- Con la filosofía, la misión y
los valores de la empresa. Cada vez toma más fuerza la capacidad de trabajar
como un equipo: “Si la empresa gana, ganamos todos”.
4.
ACTITUD POSITIVA.- Transmitir ilusión por los
proyectos en los que participa.
5.
PRO-ACTIVIDAD.- Tomar la iniciativa, emprender acciones y asumir
la responsabilidad de que las cosas sucedan sin dejar que el entorno influya
negativamente.
6.
ADAPTABILIDAD.- Tanto al contexto coyuntural
actual como a los cambios que puedan producirse a nivel interno en la empresa
en función de las necesidades de ésta.
7.
ESPECIALIZACIÓN EN NUEVAS TECNOLOGÍAS.- En un
entorno en el que Internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías tienen
tanto peso, mostrar conocimientos específicos es un punto a favor.
8.
EMPATÍA.- La capacidad de mostrar cercanía y
comprensión con el cliente ayuda a crear un clima laboral favorable para la
empresa y el cliente.
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